La Guerra de Malvinas en 14 Cuadros 10º Parte

El Mundial

y la Guerra

Paradójicamente el Fútbol Mundial no fue suspendido ante el conflicto armado entre Argentina e Inglaterra. Mientras una delegación argentina de jugadores participaba del evento desarrollado en España, en Malvinas, los soldados desde las trincheras seguían las alternativas del juego.

El momento más emotivo fue la suelta de la paloma por parte de un niño parado en medio de la cancha, antes de comenzar el partido, como otro pedido más de Paz entre los contendientes de la lucha armada.

Paco Galey en este cuadro plasma la incongruencia entre dos realidades tan desproporcionadas, que parecen sacadas de un folletín, de una fábula, sin embargo las circunstancias fueron tal cual como se "relatan" en esta pintura:

1.- El niño es el principal centro de atención del cuadro por el color vivo de su camiseta. Le llevará una importante cantidad de segundos al observador detectar a los soldados escondidos en la trinchera, que con una radio que no se ve, siguen las alternativas del encuentro deportivo, mientras vigilan las aproximaciones del enemigo.

2.- Los que sí ven al niño es la multitud que desde el estadio viva con emoción la oportunidad de esta muestra de encuentro y entendimiento. Lo que como sabemos queda solo en buenos deseos.

3.- Las lujosas instalaciones del estadio europeo contrastan con la precariedad del "monoambiente" donde los soldados siguen las novedades del encuentro deportivo.

4.- La paloma, que simboliza la paz, es un elemento reconocido por el mundo cristiano (Si, el mismo al que pertenecen Argentina y Gran Bretaña) tomado de la historia bíblica de cuando Noé envía desde su arca una paloma a que verifique que el juicio del Diluvio ha terminado y que el mundo se reconstruye en paz.

5.- Al niño y a la paloma los rodea un círculo de claridad, con un pasto muy verde, muy vivo y de fondo miles de banderas y papeles multicolores que animan la fiesta deportiva. Fuera de ese círculo se ven a los soldados atrincherados, rocas oscuras en los ángulos inferiores de la obra y en la parte superior, un paisaje brumoso, gris azulado, plomiso, frío que contrasta aún más con la calidez que transmite ese círculo que con dificultad pueda discernir los soldados atentos al futbol.